Nicole Kidman y Keith Urban: separación millonaria y cláusulas polémicas tras 19 años de matrimonio

La ruptura entre Nicole Kidman y Keith Urban ha sacudido al mundo del espectáculo. Tras casi dos décadas juntos y dos hijas en común, la pareja anunció su divorcio alegando diferencias irreconciliables, dando inicio a un proceso legal que involucra una fortuna compartida y cláusulas prenupciales que hoy cobran relevancia.

Durante su relación, la actriz australiana y el cantante neozelandés consolidaron un patrimonio conjunto que supera los 325 millones de dólares, producto de sus exitosas carreras y múltiples inversiones inmobiliarias. Kidman posee alrededor de 250 millones, mientras que Urban suma cerca de 75 millones, según documentos judiciales.

Entre sus bienes destacan mansiones en Estados Unidos y Australia, así como apartamentos en zonas exclusivas de Sídney, con un portafolio inmobiliario valorado en más de 280 millones de dólares. La división de estos activos convierte el caso en uno de los más costosos que ha enfrentado Hollywood en los últimos años.

Uno de los puntos más comentados del acuerdo prenupcial firmado en 2006 es la llamada “cláusula de sobriedad”, establecida por el historial de adicciones de Urban. El contrato estipula que el cantante recibiría 900.000 dólares por cada año de matrimonio en caso de separación, siempre que se mantuviera libre de drogas y alcohol. Tras 19 años de unión, la suma alcanzaría más de 17 millones de dólares, aunque su cumplimiento deberá ser evaluado por las autoridades judiciales.

Urban ha manifestado en entrevistas que su rehabilitación en 2006 marcó el inicio de su sobriedad, lo que podría influir en el desenlace del proceso.
Valentina Rivas

Valentina Rivas

Redacción Conexión Oriente