Después de intensos bombardeos aéreos por parte de Israel que han dejado al menos 50 muertos este sábado, se ha reanudado la negociación entre las partes en torno a un alto el fuego, en el marco de lo que se ha denominado «Operación Carros de Gideon».
Once días después de amenazar con una ofensiva a gran escala en la Franja de Gaza si Hamas no acepta un acuerdo que contemple la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego temporal durante la visita del presidente estadounidense Donald Trump, Israel ha confirmado que los recientes ataques forman parte de la fase inicial de su operación. La posibilidad de expandir esta ofensiva, incluyendo nuevas incursiones terrestres, dependerá del éxito o fracaso de las negociaciones reanudadas en Qatar.
Trump, quien dejó la región el viernes tras anunciar acuerdos con Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, no incluyó una tregua entre Israel y Hamas en sus discusiones. Durante su estancia, los bombardeos israelíes se intensificaron, causando más de un centenar de muertes según fuentes sanitarias en el enclave palestino controlado por Hamas.
Este sábado, la cifra de muertos asciende a 50. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, indicó que con el inicio de la «Operación Carros de Gideon», Hamas ha mostrado disposición para retomar las negociaciones sobre los rehenes, lo cual contrasta con su postura anterior.
Además, Katz destacó que esto ocurrió sin la entrega previa de ayuda humanitaria, la cual había estado bloqueada desde el fin de la tregua a principios de marzo. Katz subrayó que la presión militar creciente podría incentivar a Hamas a entregar a los 58 rehenes que aún mantiene desde los ataques del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel. Sin embargo, muchas familias de los rehenes han expresado que la reanudación y expansión del conflicto pone en riesgo sus vidas y afirman que solo un acuerdo puede garantizar su regreso.
Por su parte, Hamas ha confirmado una nueva ronda de negociaciones este sábado en Doha para discutir «todos los temas sin condiciones previas». La capital qatarí actúa como mediador junto a Egipto y Estados Unidos y alberga al liderazgo del grupo islamista en el extranjero, mientras que muchos de sus líderes en Gaza han sido eliminados durante la ofensiva militar posterior al 7-O.
Taher al Nunu, un alto funcionario del grupo, declaró a Reuters que Hamas presentó su posición sobre la necesidad urgente de poner fin a la guerra, intercambiar prisioneros, retirar las fuerzas israelíes de Gaza y permitir el regreso de ayuda humanitaria para satisfacer las necesidades del pueblo gazatí. Si no se producen avances significativos en las próximas 48 horas, el ejército israelí planea llevar a cabo incursiones terrestres que podrían dificultar cualquier posibilidad inmediata de acuerdo o aumentar la presión para lograr un alto el fuego.
En un comunicado emitido por el ejército cerca de medianoche, se informó que los recientes ataques y el despliegue militar buscan «alcanzar control operativo en áreas específicas de Gaza» como parte de preparativos para «ampliar las operaciones» y cumplir con los objetivos establecidos en la guerra, incluyendo la liberación de rehenes y la desarticulación del grupo terrorista Hamas. Israel continúa atacando «centenares de objetivos relacionados con Hamas», resultando en decenas de terroristas muertos solo en el norte de Gaza.
Mientras se espera el desarrollo de las negociaciones, aún no se ha ejecutado la masiva operación terrestre anunciada, que podría provocar otro desplazamiento significativo dentro del ya devastado enclave palestino. Hamas demanda una tregua permanente, la retirada israelí y la liberación de prisioneros palestinos a cambio de los rehenes israelíes. Un portavoz del grupo comentó: «Las negociaciones siguen su curso; sin embargo, Israel persiste con una propuesta que hemos rechazado anteriormente. Aprovecharemos cualquier oportunidad para detener el derramamiento innecesario de sangre».