El partido del presidente argentino, Javier Milei, logró una victoria este domingo en las elecciones legislativas de la ciudad de Buenos Aires, un histórico bastión del movimiento centroderechista PRO, que quedó relegado al tercer lugar detrás del peronismo (centroizquierda), según los datos proporcionados por el organismo electoral.
Este resultado posiciona a La Libertad Avanza, el emergente partido de Milei, como la fuerza más votada en la capital argentina, que había estado bajo el control del PRO desde 2007. Esta agrupación, liderada por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), fue fundamental para la victoria del mandatario ultraliberal en 2023.
«Hoy hemos teñido de violeta el bastión amarillo», proclamó Milei al celebrar su triunfo, en referencia a los colores que representan a su partido y al PRO. «¡Y desde ahora vamos a llenar de violeta todo el país!».
Con el 98,15% de las mesas escrutadas, el portavoz de Milei, Manuel Adorni, obtuvo más del 30,13% de los votos, superando a la lista peronista encabezada por Leandro Santoro, que alcanzó un 27,35%, y a Silvia Lospennato del PRO, que obtuvo un 15,92%, según el Instituto de Gestión Electoral de Buenos Aires.
«Hoy elegimos entre dos modelos», afirmó Adorni al referirse al peronismo. «Un modelo basado en la casta y los privilegios de unos pocos; y un modelo que promueve la libertad».
Tras conocerse los resultados, Santoro, quien era favorito en varias encuestas, instó a «poner en contexto el resultado electoral» y subrayó que «el PRO como proyecto político ha dejado de representar a la mayoría de los porteños».
El politólogo Carlos Fara señaló que «se ha quebrado la hegemonía del PRO después de 20 años, y esto podría ser el inicio de su declive como protagonista a nivel nacional».
«A pesar del desgaste que ha sufrido el gobierno de Milei en los últimos cinco meses, es probable que se convierta en la primera minoría en esta elección de medio término», añadió el analista en su columna para Diario Popular.
Por su parte, Lospennato reconoció que los resultados no fueron los esperados y advirtió que «no es beneficioso para el país que la discusión política se convierta en un debate sin reglas democráticas».